jueves, 18 de octubre de 2012

DESORIENTACIÓN.

¿Que hace olvidar al amor?
¿la indiferencia, el desprecio?
¿la rabia, el asco, el desprecio?
No lo sé.
Si lo supiera me aferraría con ansias,
a lo que fuera preciso para poder olvidarte.
La indiferencia no existe,
pues te siento a cada instante.
El desprecio no lo tengo,
es mas fuerte que mi embeleso.
La rabia es una palabra,
solo sé rabiar de amor.
El asco, ¿cómo tenerlo si tu presencia me quiebra?
El odio sin poder sentirlo,
por tenerte en mi recuerdo.
Y así, muriendo con vida, te espero sin esperarte,
confío sin tener fe y sueño con ese día,
que sé que no llegará.

"NELIDA SARDA"




Una noche sin principio ni final.


La ayuda necesaria para poder existir,
Las ganas potenciadas sin sentir que mas dar.
Todo lo que sube bajando de manera impresionante,
Nada de lo que escribo tiene sentido y nada lo va a tener.

Las paredes no escuchan lo que les pido, a gritos.
Desde la esquina de la habitación respiro sin oír.
Seré yo la única esclava de las palabras nunca dichas?
Silencios que cambiaron mi vida, personas que ya no están.
Todo lo que siempre fue, nunca será.

Con cada momento perdido entre tus manos, siempre voy a estar.
Ese inicio de algo bueno que nunca comenzó, pero que tuvo un final.
Esa mentira inconclusa, pero cierta, tangible y real.
Esos sonidos que salen de tu boca seguidos de un hasta luego.
Esas lágrimas que caen por mi cara mientras espero que nada sea cierto,
Mientras sospecho este acto escondido, mientras te miro.

Los besos que me diste, y los fantasmas del momento.
El vacío insustancial, los segundos que se saltearon,
Abrazos que nunca fueron, momentos sin recuerdo,
Caídas desesperadas, profundas reflexiones, y necesidades.


martes, 9 de octubre de 2012

Mamá.

Y acá estoy, camino a terminar este ciclo infinito, enfermo.
A punto de cortar ese vinculo sin amor pero más fuerte que el acero.
Mi organismo va colapsando, siento como se retuerce todo hasta rajarse.
La banda sonora de mi vida es un compilado de tristezas,

que suena por mis auriculares mientras miro por la ventana para no llorar. 
Mi única familia, mi única compañía de momentos,

la mujer que nunca me escuchó, pero que me tuvo en su vientre de rechazos.
La persona que más ame y menos me quiso.
De la única que siempre espere algo inconcluso, algo que nunca llegó.
Algo que sigo esperando, y lo voy a hacer el resto de mi vida, aunque nunca nada vaya a pasar.
Lo único que necesito para sentirme completa, lo único que espero hace 20 años y nunca llega, 

que me quieras mamá.